Los motores tubulares siempre pueden estar equipados con adaptadores y conductores para el tamaño de eje correspondiente. Los ejes estándar son de acero octogonal con una anchura entre planos de 40, 50, 60 o 70 mm. El motor debe estar siempre completamente insertado en el eje, ya que los puntos finales y la posición del motor, entre otras cosas, se determinan a través del adaptador de la cabeza del motor. Si es necesario compensar la longitud del eje, se hace con la cápsula de rodillos en el lado opuesto del motor.